El inspector general de la Cámara de Comercio de los Estados Unidos ha publicado un informe que detalla cómo una agencia gubernamental lidió con una infección de malware en sus sistemas destruyendo físicamente una serie de ordenadores y equipos informáticos, causando un gasto innecesario a los contribuyentes.
La Administración de Desarrollo Económico (EDA por sus siglas en inglés), es parte del Departamento de Comercio y se encarga de combatir asuntos como el desempleo y mantener la economía de las diferentes regiones de Estados Unidos aptas para competir en mercados internos y externos.
En diciembre de 2011, la EDA se enteró de que sus sistemas podrían estar infectados con un programa malicioso que podría provenir de otro gobierno y representaba una amenaza para la seguridad nacional. Para prevenir mayores problemas, la EDA aisló sus sistemas por completo, bloqueando las cuentas de correo de sus funcionarios y el acceso a sus bases de datos y contrató a un especialista para que evaluara su situación.
El experto llegó a la conclusión de que la amenaza había sido un falso positivo y los sistemas sólo tenían una infección común de malware. Aun así, la agencia decidió iniciar un plan de seguridad extremo que consistía en destruir todos sus equipos informáticos.
Esto implicó la destrucción paulatina de ordenadores, televisores, cámaras, teclados, ratones e impresoras. La intención de la agencia era deshacerse de todos sus equipos, valorados en 3 millones de dólares, pero el plan no se completó porque se acabaron los fondos y se descubrió que este era un gasto innecesario.
Aun así, reponerse del incidente de seguridad significó un gasto de 2,7 millones de dólares, 170.000 de los cuales fueron destinados a reponer los equipos destruidos y 4.300 a destruirlos.