Son trucos a los que no se les presta atención pero que pueden abrir las puertas a los ciberdelincuentes para acceder a datos valiosos de las organizaciones. Se supone que los encargados de seguridad informática de las empresas tienen una política, que incluye procedimientos para resguardar los sistemas y las redes de las compañías. Parches al día, antivirus con sus bases de códigos maliciosos actualizadas, un firewall (cortafuegos) en regla, documentos encriptados y un personal capacitado en el uso seguro de estas herramientas pueden dar la falsa sensación de estar protegido ciento por ciento.
Pero un descuido puede tirar todo esfuerzo o plan por la borda, y poner en riesgo a la información y a las comunicaciones de una organización. Y en general se trata de amenazas a las cuales no se les prestas atención. Algunas son tácticas provenientes de la delincuencia en el mundo físico, que rinden sus frutos en el universo de los bits y que no están habitualmente incluidas en los planes de seguridad.
No se trata de amenazas críticas, como el virus Kamasutra que infectó a miles de computadoras el 3 de febrero, aunque se las puede considerar como las cabeceras de playa que plantan los ciberdelincuentes para llegar a los botines mayores.
Estas amenazas son descriptas en un documento elaborado por el especialista en seguridad informática Andrew Bycroft, quien cuenta con una certificación CISSP, considerada como una de las máximas acreditaciones en el tema que otorga el consorcio International Information Systems Security Certification (ISC). El documento fue publicado por el sitio especializado Infosec Writers.
Las diez prácticas que atentan contra la seguridad que describe Bycroft son las siguientes: